Nuestro patriarca Abraham recibió una serie de promesas de Dios, aludiendo a que tendría una descendencia que lo heredaría. Pero nuestro patriarca Abraham se hallaba en una gran dificultad, ya que la realidad contrastaba con la promesa de Dios. Abraham vio que él y su esposa estaban envejeciendo y la probabilidad de que tuvieran un hijo era nula. Por cierto que Abraham aún creía en Dios, pero no veía cómo dichas promesas podrían cumplirse en la realidad de su vida. Nuestro patriarca Abraham expuso la dificultad de un modo directo y preguntó: “¿qué habrás de darme? Pues yo voy sin hijos” y también “He aquí que a mí no me has dado descendencia y he aquí que uno, criado en mi casa habrá de heredarme”. Abraham no negó a Dios por su situación y no se guardó las preguntas difíciles en su corazón, sino que se dirigió a Dios y habló con Él. Dios le mostró las estrellas y le prometió que su hijo biológico lo heredaría, a pesar de su avanzada edad. A Abraham se le solicitó que creyera, y efectivamente, su reacción fue “Y él tuvo fe en Hashem”. De esto podemos inferir, tanto en nuestra relación con el Creador, como a diferencia, en las relaciones y los contactos entre personas, que cuando surge una dificultad, no es conveniente reprimirla. Se puede hablar y comunicar. Ya sea, por medio de una plegaria ante el Creador, o diferenciadamente, en una conversación abierta y franca con un pariente o amigos. Asimismo, a partir de la respuesta de Dios, podemos aprender que hay que creer, incluso si aún no hemos visto las promesas de Dios hechas realidad.
Los valores principales que se infieren de esta unidad: A partir de que el hecho de la promesa dada en el pasado sobre la tierra y la descendencia no se refleja ahora en la realidad de la vida de Abraham, aún así Abraham opta por creer en Dios, podremos aprender el valor de la fe en Dios y el valor de la paciencia. Asimismo, aprenderemos que cuando surge una dificultad, resulta conveniente hablar sobre la misma. Ya sea, comunicándonos con Dios, o diferenciadamente, en la comunicación entre las personas. El diálogo promueve un acercamiento, y mejora la situación de Abraham. Así también, en la vida. Una conversación importante y sincera puede llegar a resolver problemas. Un valor adicional que se infiere de la lección es, que Dios tiene planes para las personas (Abraham) y para los pueblos (la descendencia de Abraham, y diferenciadamente, también el pueblo Emorí que es mencionado en la profecía) y Él protege y realiza justicia con sus criaturas.
El éxodo de Egipto. Mapa con explicacionesEl alumno repasará las promesas pronunciadas a Abraham desde “Lej Lejá”, “Vete para ti” y hasta el pacto entre las partes.
El alumno conocerá el contenido de la revelación de Dios a Abraham en el capítulo 15, y la reacción de Abraham.
Habilidades interpersonales: ejercitación de habilidades de comunicación positivas y productivas, trabajo en equipo, involucramiento social y sentido de pertenencia social.
Contexto para la enseñanza de la unidad:
En esta lección estudiaremos acerca de la profecía del “Pacto entre las partes”. Dicho pacto refiere al futuro del pueblo de Israel todo, pero a nivel personal, se trata también de una superación en el vínculo de Abraham con Dios. Podremos ver cómo Dios inicia la revelación con conceptos tranquilizadores a Abraham: “No temas”. (Aquí muchos comentaristas señalan que Dios vio el estado emocional de Abraham, quien aparentemente temía, tal vez por el hecho de que sus méritos “se hayan agotado” como consecuencia de la guerra con los reyes, o quizás temía que los reyes de los alrededores continuarán amenazandolo. Dios se dirige a él y lo tranquiliza). La respuesta directa de Abraham, también da cuenta del vínculo y la proximidad. Abraham presenta su dificultad “¿qué habrás de darme? Pues yo voy sin hijos”, es decir, Abraham ve que en la realidad la promesa de la descendencia no se cumple, y se dirige a Dios a fin de aclarar este punto doloroso.(El Rambán explica que Abraham creyó en las primeras promesas sobre la simiente, pero temía que su pecado hubiera provocado que la promesa no siguiera vigente).
De todos modos, Abraham se dirige a Dios con una pregunta punzante y dolorosa, hecho que precisamente alude a la cercanía y al vínculo. Dios, en respuesta, le muestra a Abraham las estrellas, y promete que “Así será tu descendencia”.
La reacción de Abraham a esta promesa es: “Y él tuvo fe en Dios”. Abraham tiene fe en que esta promesa se habrá de cumplir. (A pesar de que de manera natural, resulta difícil contemplar cómo se concretará). Y la fe de Abraham es preservada como un acto correcto y adecuado.
En la continuidad de la revelación, Dios le prometió a Abraham una vez más que heredará la tierra, y Abraham preguntó “¿Cómo sabré que habré de poseerla?” La respuesta de Dios es el pacto acordado con Abraham. El pacto tiene una validez mayor que la promesa, y el modo de acordar el pacto se lleva a cabo de la forma que era habitual en esos días en el mundo antiguo. El pacto se hace llevando un becerro, una cabra, un carnero, una tórtola y un palomino y dividiendo los animales. Se han dado muchas interpretaciones sobre este ritual. Hay una línea interpretativa que sostiene que todo el ritual no tuvo lugar en la realidad sino solamente en la visión (como un sueño) de Abraham. Pero aquí no entraremos en los detalles del ritual y las diversas interpretaciones posibles.
Analizaremos principalmente el contenido transmitido a Abraham: que sus descendientes serán esclavos en una tierra ajena durante 400 años, y que luego de ello, saldrán con un gran patrimonio. La visión culminó en la oscuridad, y un horno humeante y una antorcha de fuego que pasa entre las partes.
(Un dato importante suministrado a Abraham es que solo la cuarta generación desde Abraham volverá a Quenahan, y la razón es: “pues no está aún completa la iniquidad de los Emorim”, es decir, que aún no ha llegado el momento de que los emorim pierdan el control del territorio. Así, Dios “le comparte” a Abraham algunos de los caminos de la Providencia, que no están directamente relacionados con su simiente. También esta “mirada rápida” sobre las formas de la Providencia Divina, puede dar cuenta de la cercanía y el vínculo excepcionales entre Dios y la persona, y enfatizar el hecho de que Dios protege también las acciones de los otros pueblos).
El docente comienza con un repaso de las promesas de Dios a Abraham y de los hechos ocurridos a Abraham últimamente:
¿Dónde vimos que Dios le prometió a Abraham que tendría hijos? ¿Y que él habrá de heredar la tierra?
Se pueden presentar dichas respuestas en una presentación audiovisual en la pizarra a fin de sintetizar lo prometido por Dios hasta el momento.
-Cuando abandonó Jarán: “Y te haré un pueblo grande” (Bereshit 12:2)
-Cuando llegó a Quenahan por primera vez: “A tu descendencia daré esta tierra” (Bereshit 12:7)
-Tras la separación entre Lot y Abraham: “Pues toda la tierra que tú ves a ti te la daré y a tu descendencia, hasta la eternidad. Tornaré a tu descendencia como el polvo de la tierra — pues si pudiere el hombre contar el polvo de la tierra — también tu descendencia sería contada. Levántate y recorre la tierra, a su largo y a su ancho, pues para ti te la daré” (Bereshit 13:15-17).
-Hubo una gran guerra regional en la cual Abraham logró liberar a Lot del cautiverio.
(Respuesta posible: No. No tiene hijos, Lot que era un familiar se separó de él, y hay guerras que socavan la región. Abraham, aún no ha heredado la tierra. Es posible que las mismas reflejan parte de las pruebas que Abraham tuvo que pasar).
Respuesta: Sin duda, los sentimientos de Abraham no eran simples, pero podremos aprender un poco más acerca de sus sentimientos en la próxima parte de la lección.
Pregunta para reflexionar: ¿Qué consideran ustedes que hará que Abraham se sienta más seguro y menos preocupado?
Los alumnos estudiarán en pareja la revelación de Dios a Abraham y luego de ello, el pacto entre las partes.
Dividiremos el aprendizaje en dos. En una primera fase, estudiaremos la revelación y la promesa alusiva a la simiente (“Mira ahora hacia el cielo y cuenta las estrellas”), y en la segunda etapa, abordaremos la promesa de la tierra (el pacto entre las partes).
La revelación y la promesa de descendencia-Hoja de tareas 1
Orientaremos a los alumnos a la hoja de tareas la revelación de las estrellas, y en la misma nos centraremos en las diversas fases del diálogo entre Dios y Abraham.
Haremos referencia al vínculo y a la actitud de Dios hacia Abraham que desea tranquilizarlo (No temas), nos referiremos a la respuesta directa de Abraham, y finalmente, a la parábola de las estrellas, y a la reacción de Abraham a la promesa renovada, alusiva a la descendencia.
Tengan en cuenta: al final de las dos hojas de tarea principales de esta lección, solicitamos a los alumnos escribir preguntas surgidas a partir del estudio de estos versículos. Hay aquí una oportunidad de experimentar con el pensamiento independiente sobre las fuentes. Ampliaremos un poco sobre la importancia y el modo de formular preguntas:
En las hojas de tareas se dieron ejemplos de preguntas que se pueden formular a fin de ayudar a los alumnos. Es muy importante permitir que los alumnos ejerciten la formulación de preguntas a fin de que desarrollen la curiosidad, el pensamiento profundo y la conexión con los textos. Se pueden recopilar las preguntas de ellos y responder a algunas preguntas seleccionadas. Es posible que algunas de las preguntas planteadas deriven en las respuestas que se encuentran en los conceptos de los comentaristas de la Torá, y se trata de una forma sumamente importante de llevar a los alumnos a un aprendizaje activo y el desarrollo de la curiosidad y el pensamiento independiente en el estudio de la Torá y la reflexión sobre los comentaristas que responden a sus preguntas.
Debatiremos en el aula, en profundidad, sobre la reacción de Abraham:”¿Qué habrás de darme? Pues yo voy sin hijos”, y así también, “He aquí que a mí no me has dado descendencia, y he aquí que uno, criado en mi casa habrá de heredarme”. Enfatizaremos que Abraham no deja las preguntas difíciles en su corazón, sino que se dirige a Dios y habla con Él.
Debatan o escriban en la pizarra compartida sobre los siguientes puntos:
A continuación, les presentamos un ejemplo de una pizarra compartida de este tipo:
Brinda un ejemplo de una conversación difícil que a veces se tiene que dar. ¿Con quién se mantiene esta conversación? ¿Cuál es el tema? Escribe cuál podría ser el potencial riesgo de dicha conversación. A la luz de los riesgos, ¿Acaso es mejor evitar esa conversación?
A veces necesito contarles a mis padres cosas difíciles.
Por ejemplo, compartirles que siento que a veces no confían en mí lo suficiente, y me gustaría que confiaran más.
El riesgo implicado es que ellos pueden sentirse afectados por lo que digo, o pueden pensar que estoy hablando irrespetuosamente. En todo caso, es mejor que hable con ellos, ya que si me lo guardo para mí, ello podría dañar nuestra relación.
En la segunda parte- la promesa de la tierra, haremos referencia al pacto que es una ceremonia concreta (incluso cuando no se hace en la práctica), el cual tiene un significado más profundo que el simple habla sin “acordar un pacto”.
Haremos un especial hincapié en la profecía de la descendencia de Abraham: “y los esclavizarán y los afligirán cuatrocientos años”, o sea, se trata de una profecía que influye a lo largo de las generaciones sobre la futura descendencia de Abraham. Guíen a los alumnos al estudio de la hoja de tareas “El pacto entre las partes”.
“Y los esclavizarán y los afligirán durante cuatrocientos años”
En el resumen de la lección nos centraremos en la profecía de la descendencia de Abraham, que figura en el pacto entre las partes:
“Dijo a Abram: Saber, habrás de saber que extranjera será tu descendencia en una tierra que no es de ellos
— y los esclavizarán y los afligirán — cuatrocientos años.
Mas también a la Nación a quien ellos servirán — Yo habré de juzgar.
Después de lo cual saldrán con grandes pertenencias”.
(Bereshit 15:13-14)
El docente debatirá con los alumnos sobre esta profecía:
Nuestro patriarca Abraham recibió una profecía sobre su descendencia a largo plazo.
Respuesta: en la esclavitud en Egipto y en el éxodo de Egipto.
Debatiremos las preguntas en distintos niveles:
Una opción para el debate-la duración de la esclavitud:
¿Acaso la extensión de la esclavitud en Egipto fue de cuatrocientos años? (Es sabido que la esclavitud propiamente dicha duró, aparentemente, 210 años).
Orientaremos a los alumnos a que revisen la línea de tiempo desde la creación del mundo hasta el retorno a Tzión, y los focalizaremos en el período de la esclavitud en Egipto.
Vemos que el período de la esclavitud fue de unos 200 años. ¿Y por qué la profecía dice 400?
Por cierto, que no hay aquí un error de cálculo.
Respuesta: Se puede explicar que el momento de inicio de la “esclavitud” fue calculado desde el nacimiento de Itzjak. (Mostraremos en la línea de tiempo dónde nació Itzjak, y ese, ya es un período de 400 años).
Una opción adicional para el debate-Una mirada optimista sobre el proceso de esclavitud y redención:
En el Midrash que vemos ante nosotros, Saber habrás de saber, veremos también una referencia optimista a las complejas percepciones de Abraham, a raíz de la dura profecía. Por un lado está escrito "Saber, habrás de saber que extranjera será tu descendencia en una tierra que no es de ellos — y los esclavizarán y los afligirán — cuatrocientos años". El Midrash agrega a ello un mensaje optimista que a pesar de que Dios habrá de esparcir al pueblo de Israel y lo esclavizará, al mismo tiempo los congregará y los redimirá. Es decir, junto a la dura profecía, llega también una profecía de consuelo y salvación
(Presentación audiovisual). Este estudio constituye el contexto de la revelación estudiada en el núcleo de la lección.
Tarea en etapas:
Al final de cada lección, los alumnos agregarán una respuesta a la pregunta:
“¿Qué he aprendido sobre Abraham en esta lección?” (Valores, formas de pensamiento, cualidades, relaciones interpersonales, liderazgo)